La parvovirosis canina que es una enfermedad que afecta a cachorros de entre 2 y 6 meses, se caracterizada por la presencia de diarreas hemorrágicas, vómito, dolor abdominal, anorexia y depresión. Esta enfermedad es ocasionada por un parvovirus canino (CPV2), este virus tiene apetencia por células de alta división mitótica (criptas intestinales, médula ósea y tejido linfoide, etc.). El virus presenta subtipos el a (CPV-2a) y el b (CPV-2b), siendo este último uno el más patógeno. Se ha descrito una nueva variante de CPV 2c.

Esta enfermedad es común en cachorros, según la bibliografía consultada la edad más común de presentación son las entre las 4 y 22 semanas, esto se relaciona con la disminución de anticuerpos maternos y que ésta es la edad en la que comúnmente el cachorro es expuesto al ambiente, con mayor probabilidad de entrar en contacto con el patógeno.

La eliminación de partículas virales en pacientes con fase aguda de la enfermedad puede llegar hasta 1x109 de partículas virales por gramos de heces, esta característica sumada a su alta resistencia al ambiente de la explica su capacidad infecciosa, la vía de entrada del virus es la mucosa oronasal, una vez ha se replicará en tejido linfoide posteriormente se diseminará por vía hematógena y linfática llegado a diversos órganos.

En el intestino inicia su replicación en las criptas intestinales generando necrosis en estas, provocando diarreas, en la mayoría de las ocasiones estas son hemorrágicas, ocasionado deshidratación severa, hipotensión y choque hipovolémico. La necrosis en las criptas intestinales ocasiona una pérdida de la continuidad de la barrera de la mucosa gástrica, aumentando la probabilidad de translocación bacteria, SIRS y choque endotóxico. La hipotensión y SIRS están íntimamente relacionadas con lesión renal aguda, recordemos que los eventos anteriores ocasionan una hipoperfusión, siendo el riñón un órgano muy sensible a la hipoxia, por lo que se puede presentar necrosis tubular ocasionado insuficiencia renal aguda.

La disminución de la celularidad en la médula ósea, afecta a todas las líneas celulares (líneas eritroide, mieloide y megacariocitica). En el hemograma se observa una Leucopenia por linfopenia y neutropenia marcadas, la neutropenia comúnmente se presenta con valores por debajo de 2.0 x109/L pacientes con valores inferiores son de mal pronóstico. La línea eritroide no sufre grandes alteraciones, esto puede estar relacionado con el tiempo de vida de los eritrocitos, sin embargo, dadas las perdidas gastroentéricas puede presentarse anemia. En pacientes muy jóvenes se ha descrito una forma cardiaca de esta enfermedad generando miocarditis, necrosis miocárdica, o fibrosis. en animales que han sobrevivido al cuadro entérico se ha descrito muerte súbita por falla cardiaca. En un estudio posmortem, en donde se analizó tejido cardiaco en 40 perros menores a 2 años, que fueron diagnosticados de miocarditis, se encontrón partículas virales de parvovirus en 12 de los 40 casos por lo que es recomendable considerar esta causa.

El diagnostico puede ser realizado con pruebas rápidas de ELISA que en su mayoría ofrecen una sensibilidad mayor al 90%. Un dato importante que debe tomarse en cuenta , es que los pacientes sanos pueden presentar falsos positivos si son evaluados de 4-10 después de ser vacunados. PCR suele ser una prueba que apoya el diagnóstico definitivo.


Caso Clínico

Paciente de raza bóxer de 6 meses de edad, con cuadro de vacunación incompleto presenta gastroenteritis hemorrágica con tiempo de evolución de 2 días, deshidratación y anorexia. El clínico decide remitir muestras de sangre para hemograma al laboratorio, para orientar el diagnostico. Se obtuvieron los siguientes resultados:

Foto del frotis

En la evaluación del frotis se observa una ligera anisocitosis 1+ y Equinocitos 1+,ausencia total de leucocitos en el frotis coincidente con el conteo que arroja el equipo el cual es 1.4 x 109/L.
Los hallazgos fueron interpretados de la siguiente manera:

Incremento del CGMH atribuido al manejo de la muestra (hemólisis); Trombocitopenia, relacionada con las pérdidas secundaria a la gastroenteritis hemorrágica; Leucopenia severa por neutropenia, este hallazgo puede estar relacionado a dos eventos, por una parte, el consumo generado por la inflamación y una probable disminución en su producción secundaria a enfermedad viral. La linfopenia de igual modo puede estar asociada con el proceso viral sin omitir el efecto de glucocorticoides endógenos, esto ocasionado por el estrés sufrido por el paciente. Se sugiere realizar la prueba de parvovirus para confirmar la sospecha de infección por parvovirus, al realizarse se obtiene un resultado positivo, confirmando la enfermedad.

Un hallazgo muy importante en este caso, es la leucopenia marcada ya que como indica la literatura, la parvovirosis suele ocasionar conteos menores a 2.0 x109 /L. estos hallazgos aunados a la usencia de vacunas suelen ser sugerentes de la enfermedad. Por otro lado, es importante complementar estos estudios con bioquímica sanguínea para evaluar función hepática y renal debido a la hipotensión generada por la deshidratación y la probabilidad de que el paciente sufra de SEPSIS esto puede generar lesión en varios órganos.

Lecturas Recomendadas:


  1. Ashley E. Jones, Parvovirus Myocarditis in Young Dogs. Clinician´s Brief 2018.
  2. Castro R. Parvovirosis Canina y aspectos de Inmunización. Ciencia veterinaria 1987.
  3. Greene, Infectious Diseases of the Dog and Cat, 4rd Edition. Elsevier 2011.
  4. Kennedy L. Canine Parvovirus. Clinician Dogs. Clinician´s Brief 2018
  5. Lamm C. Parvovirus infection In Domestic Companion Animal. Veterinary Clinics; Small Animal Practice 2008.
  6. Parish C. Pathogenesis of feline panleukopenia virus and canine parvovirus. Clinical Hematology 1995.
  7. Silverstein D. Small Animal Critical Care Medicine, 2nd Edition. Elsevier 2015.
  8. van den Berg M. Assessment of acute kidney injury in canine parvovirus infection:
  9. Comparison of Kidney Injury Biomarkers With Routine Renal Functional Parameters. The Veterinary Journal 2018.